En la misma frecuencia

17 jul 2018 / 08:14 H.

De cuatro en cuatro años, parece que tenemos la oportunidad de sentir una atmósfera única. Sales a la calle y puedes comprobar cómo todos a tu alrededor se miran con complicidad. Los clientes de las distintas terrazas hablan entre ellos, como si todos estuvieran alrededor de la misma mesa. Lo mismo pasa con los transeúntes, o con ese señor mayor que escucha la radio en el banco. Se escuchan risas y cánticos al unísono, unos desconocidos se abrazan, y nos da la sensación que todos buscamos lo mismo, de que todos vamos a una y de que ya no existen divisiones o subgrupos, pues todos estamos dentro de la misma frecuencia. Gol de España. Da igual el resultado del partido o del mundial en sí mismo: en el preciso instante en el que uno de los jugadores de rojo hace cruzar el balón a la portería contraria, un país entero sonríe y se siente hermanado con todos aquellos que le rodean. Incluso aunque no te guste el fútbol puedes sentirlo. Al fin y al cabo, siempre puedes contentarte imaginando cómo sería el mundo si esa unión se viviese así por cualquier otra causa.