En el laberinto
Ya escribí sobre la muestra de mobiliario urbano que exhibimos en Úbeda. Ahora quiero ir a otra cosa (yo no denuncio, expongo y que saquen las consecuencias) que es la cuestión del diseño del tráfico por el casco antiguo. Desde hace años este laberinto va cambiando según las circunstancias (obras o inspiraciones) alterándose, modificándose e incluso suprimiéndose señales verticales u horizontales. Lo que ya es un aliciente para jugar a “salir del laberinto”. Pero me causa curiosidad la cantidad de pinetes que se ponen, quitan o ignoran existan; los hay hidráulicos que accionados suben o bajan permitiendo el paso o no a una vía (se les supone de uso circunstancial), este tipo de barreras se pusieron en varios sitios y años pero tienen una cosa en común, no se les acciona; los hay que se encastran en huecos de la calzada y que, al igual que los anteriores, se pueden quitar o mantener según necesidad. Bien, todos necesitan quienes los manipulen, que habría de ser personal del ayuntamiento designado para ello. Y ahí está el detalle, que cansa mucho mantener esta rutina y al final se abandona (¿no se dijo que los que se ponían en la Calle Corredera en tarde de sábado y domingos permitirían dejar la vía exclusivamente peatonal?... Pues...).