Emprendimiento real

    30 mar 2022 / 16:25 H.
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    La realidad siempre resulta abrumadora, sobre todo cuando hablamos de emprendimiento.
    Así lo indican distintos estudios al señalar que el 74% de los nuevos
    proyectos que se inician no llegan a cumplir el primer año de vida. Múltiple es la casuística que explica este sonrojante dato, pero ya se sabe: a problemas complejos, soluciones complejas, por lo que cualquier intento por mi parte de arrojar luz sobre el asunto en esta columna no solo resultaría simplista sino también atrevida.

    Es cierto que zambullirse a la piscina del emprendimiento es una actividad de alto riesgo. Emprender implica tener en cuenta ciertas consideraciones importantes, de lo contrario se trataría de una acción suicida. Tener los pies en el suelo y ser coherentes con las potencialidades y carencias que tenemos, es clave. Realizar una autocrítica y explorar cuál es el potencial real de la persona que emprende puede ser un buen punto de partida, y no me estoy refiriendo al potencial de su idea. Todos tenemos una visión romántica del emprendimiento, de forjar nuestro propio futuro, de ser dueños de nuestros destinos, pero la realidad es que emprender es un duro camino plagado de dificultades que requiere de esfuerzo, sacrificio, persistencia, capacidad de tomar decisiones, delegar, gestionar el tiempo y, sobre todo, gestionar fracasos, ya que si algo hay en el emprendimiento es justamente eso, fracasos. La capacidad de autoliderazgo es el común denominador de la ecuación que engloba la mayor parte de las actitudes emprendedoras. ¿Acaso es posible emprender sin ser capaz de dirigirse a uno mismo? Conocemos perfectamente la teoría, los pasos a dar para alcanzar una meta, pero a pesar de ello no lo logramos. Por todo ello, aunque contar con una idea con potencial para emprender es importante, poner el foco en la persona que emprende no es un tema banal, ni mucho menos. Puedes tener una idea con una proyección brutal, pero... ¿estás preparado para liderar todo el proceso?

    Mi próxima reflexión: autoliderazgo.

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