Hartazgo y elecciones

24 feb 2019 / 11:18 H.

Hay en España ahora mismo una verdad verdadera: el hartazgo generalizado de proposiciones políticas, en los medios, en la calle, en las instituciones, en los juzgados. Esta sobredimensión de la política ha llevado a un momento en donde parece que la única cosa que nos media es el discurso de sí mismo, las palabras encadenadas en esa suerte de nueva ideología que es el rosco de “Pasapalabra”: vocablos que lo único que les une entre sí es la posibilidad de hacerse millonario. Y a esta verdad se le suma un contexto de lo más extraño: se está juzgando a unos políticos por llamar a votar de manera ilegal; y la derecha se prepara para guardar la finca a cualquier precio y con cualquier excusa, en un tiempo donde la izquierda se atomiza para casi ser un espectáculo juvenil y desproporcionado; con una UE desconcertada; y, lo peor de todo, con una ciudadanía machista y xenófoba que no arranca ni en lo económico, ni en lo cívico, ni en lo cultural. Con este panorama, Sánchez convoca elecciones, obviamente, ya que no ha conseguido ni el mínimo para tener unos presupuestos. Y no faltarán los que digan que para este viaje sobran estas alforjas. Pero entonces cuál es la gracia de esto: que todo es un cálculo para mantener el poder, no porque el PSOE pueda ganar, o sí, sino para que los españoles vivamos en ese hartazgo de política.