El verano en Jaén

    07 jul 2021 / 14:14 H.
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    El sol se ha derramado sobre el azul intenso. Se despertó el calor por tus calles y plazas. El eco en tus jardines de rosas, de geranios, de jazmines... de madreselvas suaves que acarician la tarde cuando la noche llega suspirando. Se despertó el calor en tus aceras, en tu tierra de olivos, en tus ventanas claras, en tus rojos tejados... El verano llegó y hay un sabor meloso a rojas sensaciones, a cálidas y frescas impresiones en el fondo que sienten tus papilas, donde el gusto te deja percibir sus emociones. El verano ha pintado de plata tus noches levemente, ha colmado de aromas diferentes el aire en sus perfumes perfumado. Qué bella estás Jaén, iluminada por todos tus luceros, que brillan derrochando esos claros destellos, y en una leve danza una lluvia de luces ha cubierto tu cielo de mágica mirada. El verano llegó a tus torres silentes en las noches dormidas, llegó a tu amanecer enamorado y se dejó llevar por tu sonrisa, vino a calar tus sueños de esperanza, a derramar en ti toda su fuerza, sus besos de calor han conquistado los caños de tu fuente, han llegado a tu alfombra de terrones donde de verde el suelo se ha bordado. Se despertó el calor en tus laderas, en tus calles que bajan empinadas, en todos los balcones donde rezando están los corazones a esa Asunción callada, que en la plaza plantó sus torres, el clamor que despiertan sus campanas... Se desató el calor en tus veredas, en tus mañanas luminosas, en tus tardes azules, en tus rosas, en tus noches de arrullos, en todos tus latidos... También llegó a mi pueblo su beso transparente y se llenó el Calvario con su cálida brisa, los pinos desataron su perfume. Entre las torres que envuelven mi morada también volcó su canto en la placeta, donde la cruz se eleva levemente con sus cuatro faroles. Y en la plaza la fuente besando con su espuma al verano que apareció una tarde y se coló por todos los rincones. Desde el parque a S. Roque, al agua de la fuente de Don Sancho, desde Consolación hasta los Santos. Sentirlo una mañana en los jardines donde una fuente calla. O verlo en las Quebradas deshacerse una tarde cuando el sol pinta de anaranjados el cielo toxiriano. Se despertó el calor, y volviste a latir, a cantar y a sonreír, verano

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