El turismo patrimonial

El turismo patrimonial ha alcanzado en los últimos años un importante desarrollo. Hoy es uno de los tipos que moviliza a más turistas, alcanzando a cientos de millones de personas cada año en todo el mundo. Este auge se debe a distintas cuestiones complejas e interconectadas. Entre ellas el agotamiento relativo del modelo de turismo fordista u organizado vigente desde los años sesenta del pasado siglo. Ante esta crisis, el turismo patrimonial ofrece la ventaja de poner en el mercado una oferta desestacionalizada que dinamiza la economía de los destinos convencionales durante todo el año. Pero, también, ha permitido aumentar el número de destinos susceptibles de visita a ámbitos urbanos y rurales antes marginales o ajenos a la práctica turística. En conclusión, el turismo patrimonial contribuye a la expansión de la geografía del turismo. La raíz de este proceso es más compleja. Obedece además a cambios culturales profundos derivados de los complejos procesos de globalización que afectan a la relación de la sociedad con el patrimonio cultural. Sería insuficiente atribuir este apogeo a una estrategia del sector dirigida al debilitamiento del modelo fordista.