El trono de las series

Unos la aman y otros la odian. Algunos se vanaglorian por no haberla visto jamás. Pero, sea como sea, está claro que la serie del momento, “Juego de Tronos”, es uno de los fenómenos audiovisuales más importantes de lo que llevamos de siglo, como un claro ejemplo de la hegemonía de las series en el ámbito de la ficción. Su éxito probablemente se deba a la amplitud de su público, de todas las edades y características. No importan los grandes diálogos, los elementos clásicos propios de la tragedia griega o los matices shakespearianos. Su visión transmedia y sus capas de fantasía, amor y violencia consiguen llegar a una jugosa cuota de espectadores que, sin importar su formación, terminan integrándose en esta gran comunidad de seguidores. No es casualidad que se haya convertido en el único producto cultural capaz de agenciarse todos los “Trending Topics” mundiales en un solo día. Sin embargo, desde que George R. R. Martin quedó al margen del guión, muchos fans han manifestado su malestar y decepción respecto a los últimos acontecimientos de Poniente, acelerados y previsibles frente a lo que la producción suponía en sus inicios. ¿Hasta cuándo se mantendrán en el Trono de Hierro de las series?