El tren de los next generation
España será el país europeo que más va a crecer este año y el próximo, según la OCDE, con unas previsiones que llegan a superar el 6% de nuestro PIB. Entre las razones que se apuntan para este rápido crecimiento, destaca el impacto previsto de los fondos europeos de recuperación, los denominados fondos “Next Generation”. Las expectativas generadas ante estos fondos son máximas y las grandes y pequeñas consultoras han desplegado ya un ejército de asesores para ayudar a solicitar y gestionar la mayoría de los fondos a los que las diferentes administraciones aspiran, mucha de ellas carentes de la creatividad e innovación que requiere la tarea. Sin embargo, estos no son unos fondos más, son la oportunidad única que vamos a tener para sortear nuestro futuro en las próxima dos décadas, casi nada.
La transición energética, la digitalización y la cohesión social son los pilares sobre los que se tiene que construir la revitalización de este nuevo modelo económico, pero son frases que se han convertido ya en un mantra para nuestros líderes, hasta el punto de que pronto empezarán a sonarnos a conceptos manidos. He estado intentando conocer y analizar estos días los proyectos que Jaén tiene para esta etapa e incluso he revisado los boletines que ha elaborado la fundación estrategias para el desarrollo económico y social de la provincia de Jaén. Pero no he encontrado en ninguno de estos documentos proyectos innovadores que vislumbren nuevos itinerarios de desarrollo económico para la provincia. Ya nos han avisado las autoridades comunitarias que estos fondos no son para financiar obras o proyectos que teníamos en un cajón por falta de financiación y que ahora tendrían la oportunidad de ver la luz. Es el momento de imaginar y diseñar proyectos nuevos que respondan a retos y aventuras empresariales que permitan captar y desarrollar talento para los nuevos empleos de la economía digital. La IV revolución industrial nos emplaza a muchos cambios y debemos empezar a abordarlos. El principal problema de nuestra provincia es el empleo. El monocultivo del olivar no nos da para más y el desarrollo turístico que desde hace más de veinte años nos han vendido como la alternativa económica de la provincia, parece que tampoco es una alternativa de empleo suficiente para sostener el futuro de nuevas generaciones. Tenemos que adelantarnos a esos nuevos empleos de la economía digital siendo proactivos y apoyando a nuestros jóvenes a que emprendan por ese camino, creando las infraestructuras tecnológicas para ello.
El drama de la decadencia industrial que supuso la desindustrialización de Linares es el drama de toda la provincia de jaén y no de una ciudad aislada. Linares se vino abajo y con Linares el principal motor económico de la provincia. No ha habido aún alternativa, ya que Geolit sigue siendo una aspiración. Los fondos Next Generation brindan ahora la oportunidad de ponernos las pilas y romper con las dinámicas continuistas de más de lo mismo. Jaén necesita salir de su parálisis no ocasionada por el covid, sino endurecida por el covid y otras crisis previas. Para ello necesitamos inteligencia, creatividad, convicción y ambición para abordar y liderar esta etapa. Es el momento de la que Universidad de Jaén, se ponga a la cabeza ya que es la locomotora y fábrica del talento de nuestra provincia. Todos los actores socieconómicos provinciales tienen ahora la gran oportunidad de poner su creatividad al servicio de una provincia que no puede perder el tren de los next generation.