El talento y la política

    10 jun 2023 / 09:00 H.
    Ver comentarios

    Fue el poeta romano Quinto Horacio Flaco, en el siglo I a.C., en la forma latina “aurea mediocritas”, quien nos advirtió de que, en general, no nos interesan las personas que sobresalen sino más bien la aspiración común es otra, la dorada mediocridad. Cabe destacar que, originalmente, al término “mediocre” o “mediocridad” no se le daba la connotación de algo de poco valor o calidad, sino de aquello que se encontraba justo en la mitad. A ese posicionamiento se le llamaba virtud. Aristóteles la definió como el término medio. Los latinos reforzaron este aserto en la frase: “in medio virtus” (en el medio está la virtud). A los medios de comunicación se les llama mass media y a la clase social más numerosa, clase media. Sin embargo, al que no sobresale en su oficio, en la actualidad, se le denomina mediocre, peyorativamente. Y nos solemos quejar de que el talento huye de la política, conformando por tanto una clase mediocre y de mediocres. Si se cuela alguno con talento hay que ir a por él. Se le despelleja y se le hace la vida imposible. Solo nos cabe la mediocridad. ¿Conocen algún talento político? ¿No? Pues miren a quien se persigue con ahínco y lo descubrirán.

    Articulistas