El sol de los membrillos

    15 sep 2020 / 16:42 H.
    Ver comentarios

    Ya se fue el verano y los agobios solares. El abanico y el porrón de agua ya es historia pasada. El otoño pronto va a comenzar. La caída de la hoja será una realidad. Hojas vahídas, lombarda y hepáticas estarán sujetas al viento, que las moverá calle arriba, calle abajo, sin un rumbo determinado donde aposentarse para descansar definitivamente. Majoletas, memencinas, esto es, el fruto del almez, más otros frutos silvestres y cultivados por el hortelano, si es que quedan hortelanos, pues sus prósperas y exuberantes tierras, hoy, son chaleres confortables. Higos negro, blancos o monigales con la gota de miel colgando, son la
    delicia del paladar. Los membrillos o gamboas para comerlos en crudo o para hacer mermeladas para comerlas en el invierno. Las mazorcas de maíz se están secando
    en la era. Serán desgranadas y su envolturas se aprovecharán para hacer colchones
    de farfolla, pero esto fue antaño, ya que el colchón se hace con otros materiales más confortables para bien dormir. El otoño ha llegado, y un año menos tenemos que restar de nuestra pasajera y efímera vida.

    Articulistas