El “sistema” salta por los aires

Dice la historia y la parafernalia política que quien gana unas elecciones debe intentar formar gobierno, pero Rajoy dice que no está en condiciones >> Órdago táctico que explota en la cara de un PSOE sobrepasado, dividido y temeroso de la alianza podemita

24 ene 2016 / 10:30 H.

Hasta Rajoy hace saltar el sistema así que, qué poca vida le queda al sistema. Un sistema que nos ha traído en volandas en paz y prosperidad (a unos más que a otros) hasta que estalló la crisis y ahora el poquito margen que tienen los gobiernos de turno, la microeconomía traducida en política de gestos y no de hechos, que la macroeconomía se rige por “hombres de negro” desde Bruselas, se convierten en marimorena cual villancico coreado por una jauría que une voces dispares y distantes. Esto es el no va más, señoras y señores, todos contra el PP y el PP contra todos en una jugada maestra, que descoloca al PSOE, si no es que ya estaba descolocado con 90 diputados y sacando pecho. Podemos quiere nuevas elecciones y escenifica ahora que su llegada a La Moncloa no es tan descabellada como alguna Prensa quiso hacernos ver torpemente.

De aquellos barros mediáticos, estos lodos políticos y un sistema alicaído que no levanta cabeza porque en el mar de incertidumbres en el que viajamos todo son especulaciones y palabrerías, tacticismo para despistar al enemigo, a veces incluso al propio militante. Pelea de gallos en un mar embravecido por la crisis económica (y de valores) que no acaba, el paro que vuelve a Jaén, tras la aceituna, verbigracia, y a gobierno en funciones, economía que se resiente. Nadie toma decisiones, nadie pone su firma por si acaso y si 2015 fue un año de elecciones (y paralización administrativa) nos adentramos en un 2016 donde las posibilidades de gobernar son torpedeadas, a quien da el paso le dinamitan el camino. Desgobierno en estado puro y el sistema, triste y ramplón por mayorías absolutas y partidos mayoritarios que hacen grande la partitocracia en vez de la democracia. Ahora resulta que quien ha ganado las elecciones (y ha perdido 63 diputados) tácticamente se echa a un lado para ganar tiempo y que se estrelle el PSOE con Podemos. Rajoy dice que no se va, gana tiempo otra vez más, toda su vida con los problemas en el congelador, sin decidir nada, ganando batalla a batalla hasta la derrota final del sistema y del Estado (esperemos que no en Cataluña).