“El Sereno” y Michael Jacobs

    28 ago 2019 / 10:43 H.

    Era habitual celebrar una jornada de la Cofradía Gastronómica “El Dornillo” en torno al 23 de agosto, cumpleaños de Manolo “el Sereno”, en su casa de Frailes. En 2009, cuando cumplió ochenta y cinco años, sorprendimos a Manolo (que disfrutaba enseñando los libros dedicados por sus autores favoritos a quienes visitaban su casa), entregándole el libro “Manolo el Sereno: Un hombre feliz”, en el que participaron más de treinta amigos, entre los que destacaban los nombres de Juan Eslava, Salvador Compán, Cees Nooteboom, Caludia Roden, Alicia Ríos, Chris Stewart o Manuel Urbano, que contaban las experiencias vividas con “el Sereno”. De este libro solo se editó un ejemplar, el suyo”. Por supuesto que uno de los textos que más le gustó fue el de su gran amigo Michael Jacobs, autor de la “Fábrica de la luz”, quien le daba las gracias “por habernos enseñado cosas que nunca se aprenden en un libro”. En verano de 2013, año en el que falleció Manolo, tanto “El Dornillo” como la Asociación “Maelse” (constituida a propuesta de Michael y otros amigos), le rindieron un homenaje póstumo y se celebró una jornada literaria, jornada que este año ha cumplido su séptima edición. Lamentablemente, al año siguiente también falleció Michael. Ambos fueron los mejores embajadores que ha tenido la Sierra Sur en los numerosos encuentros de cofradías gastronómicas en los que participaron. Manolo fue presidente, presidente de honor y cofrade de mérito de “El Dornillo”, y da nombre a uno de sus premios más prestigiosos, el de “Gastronomía Tradicional”. Michael Jacobs fue el primer cofrade de honor de esta cofradía, y los premios “Embajadores del Aceite Picual” llevan también su nombre. Quienes tuvimos el privilegio de disfrutar de su amistad, siempre los recordaremos por su generosidad, sencillez, optimismo, cercanía, vitalidad, capacidad de hacer amigos; por la pasión que ponían en todo lo que hacían y por valorar y difundir las costumbres y tradiciones, la gastronomía y la naturaleza de la Sierra Sur. Manolo “el Sereno” y Michael Jacobs fueron unos hombres felices que supieron hacer felices a quienes los conocieron.