El señorío español
Con todos mis respetos para quien piense diferente. Cuando las cosas vienen muy poco a poco, es difícil darse cuenta del cambio. La ingeniería social es una labor inteligente que, planteada con los mecanismos adecuados, dígase los medios de comunicación, la televisión y los móviles, ha conseguido transformar la conciencia de muchos españoles al punto de olvidarnos de nuestras raíces más cercanas, las de hace solo unas décadas, las del principio de la democracia. El respeto, el pudor, la vergüenza, lo íntimo para la intimidad, el delicado proceder caracterizaban a la sociedad española en su conjunto, ondeando cuan enseña secular que nos describe desde siempre. Pero ahora vendemos España con una canción titulada Zorra, con una puesta en escena torcida, en esa línea degradada que impera ya en gran medida en nuestra nación. En la corte de los emperadores de Austria, se decía que el modelo de comportamiento estaba en la corte española, heredera, se quiera o no, del espíritu ancestral del señorío español, católico y romano, definidor de todas las clases sociales. Mi madre decía que los hombres de su edad, ricos o pobres, eran todos unos caballeros, y las mujeres unas damas. ¿Zorra?