El secreto del éxito

A menudo se confunde el éxito con el dinero, con tener un cuerpo o, en su defecto, un coche que llame la atención, ir a la última moda, que te asciendan, que las mujeres, o los hombres, te persigan de puro guapo que te ven y que te ves. En ese sentido, y parafraseando a Albert Camus, el éxito es fácil de obtener. Lo difícil es merecerlo. Pero el verdadero éxito no tiene nada que ver con la apariencia, el poder o el dinero, ni siquiera con “bajarse al moro” y que te reciban. Es mucho más difícil, y más simple, que todo eso. Es poder hacer lo que te gusta sin vender tu alma y que te brillen los ojos de pasión; tener un techo sobre tu cabeza, comida para alimentarte y ropa para vestirte y poder ofrecer todo ello a los tuyos con la conciencia tranquila; que te miren con ternura, que te sonrían y te escuchen cuando hablas porque lo que dices merece la pena ser oído; ir a una con el corazón y la cabeza, mantener tus principios y ser valiente. Éxito es, sobre todo, amar y que te amen. Porque el secreto es que nace de dentro y no necesita aplausos. Tener éxito es cuando, a pesar de los años y de los daños, sigues siendo, ante todo, una buena persona.