El protagonismo

Echando una leve mirada atrás, lo vemos claro: el protagonismo se lo lleva “el tiempo”. La borrasca Nelson se ha “colado” por todo el país y nos ha favorecido, aunque no hemos sido los únicos. Sí, unas lluvias que nos quedan justas como un guante. La Semana Santa se nos ha ido sin apenas advertirlo, como un suspiro, sin darnos apenas cuenta. No ha tenido el sabor de otros años. No han salido muchas de nuestras procesiones a la calle y el pueblo no ha vivido ni paladeado esos momentos de emoción. Pero la lluvia sí ha caído, nos ha visitado con un poco de retraso, pero en el momento crítico y necesario. Quizás escasas nos hayan parecido, pero Jesús es grande siempre y han caído para bien. Nos ha traído la lluvia y ha sido mansa y caladera, la que precisaban estas tierras de olivar. Lo justo y deseado, como debe ser para que calen en la tierra. Unas lluvias benditas en extremo, tal vez sean la salvación de la próxima cosecha. El Abuelo ha venido a vernos. Puede que tenga algo que ver... que sea algo partícipe. Siempre acude a las necesidades de los jiennenses. El bendito Abuelo nos quiere y ama a estas tierras, que son las suyas. Las del Santo Reino, y las ha bendecido con el agua. Nosotros nos quedamos con el resquemor de no haberlo disfrutado como años anteriores, en su largo recorrido descalzo por las calles de Jaén, aunque vemos su mano.