El profesor Elías Díaz

11 may 2019 / 11:11 H.

Hace unos días asistí a un acto de reconocimiento de mi amigo y admirado profesor don Elías Díaz García. Con él mantengo una fluida relación desde que en 1986 escribí en Diario JAÉN un artículo titulado “Sobre el confinamiento de Elías Díaz en Villargordo (año 1969)”. Mi artículo se lo remitió Manuel Ramírez Martínez (copropietario del bar El Recreo junto con su hermano Pedro) por carta a su domicilio madrileño. Inmediatamente, le sugirió a Manuel que deseaba conocerme. Desde ese mágico momento mantenemos una hermosa amistad que hemos hecho patente a través del género epistolar y libresco, y a través de las inolvidables visitas que ha hecho a nuestro pueblo. Recuerdo que con motivo de mi aparición en la política municipal le invité a volver, después de tantos años, a Villargordo; eso fue allá por el año 1991, y allí estuvo acompañándome en mi alternativa pública e impartiendo una conferencia magistral acerca del “Estado de Derecho y sociedad democrática” (libro publicado en 1966). El salón de actos del Ayuntamiento estuvo abarrotado de gente de todas las ideologías. Los presentes aplaudimos a rabiar su intervención y le agradecimos la pedagogía inclusiva de su discurso.

“El palomar de las cartas” que se convirtió desde entonces mi escritorio está repleto de su sabiduría y compromiso social. De vez en cuando, releo sus cartas y le echo un vistazo a sus libros dedicados de Filosofía del Derecho. El profesor Elías Díaz forma parte de la Memoria Histórica; precisamente en este año, y por estas fechas, se cumplen los cincuenta años del aniversario de su destierro en Villargordo por la dictadura franquista. Los cargos que adujeron para su arresto fueron ser un activista de izquierdas y un intelectual socialista peligroso al régimen. Actualmente, Elías Díaz está jubilado. En los últimos cuarenta años ha ejercido como catedrático de Filosofía del Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid. Es doctor, catedrático emérito y doctor “honoris causa” por varias universidades españolas y europeas (Universidad Carlos III, Universidad de Milán, Universidad de Granada, Universidad de Alicante). Durante su destierro en Villargordo tuvo la generosidad de integrarse de inmediato (junto a su esposa Maite y su hijo Miguel) con la gente sencilla del pueblo, llegando incluso a asesorar a los obreros sobre sus derechos laborales. En esos meses recibió varias visitas de compañeros que luego en la democracia ocuparían cargos relevantes en la política, como la de Joaquín Ruiz-Giménez (Defensor del Pueblo, 1982-87), Leopoldo Torres (vicepresidente de la Congreso de los Diputados, 1982-89), Rafael Arias Salgado (ministro en varias ocasiones), entre otros muchos. También, en esas fechas fueron confinados veinte jóvenes profesores universitarios y distribuidos por distintos pueblos pequeños de la Geografía española, entre ellos estaban Gregorio Peces Barba, Raúl Morodo, Oscar Alzaga...

Elías Díaz —“compañero del alma”, mi amigo, gran amigo de la familia Ramírez Martínez y amigo de los villargordeños— es una referencia real de lo que ha significado la represión franquista en la posguerra civil española. Por tanto, ha sido todo un acierto que la Corporación Municipal, a petición de Manuel Ramírez Martínez y su familia, le haya puesto su nombre a una plazoleta del pueblo, que justamente está ubicada frente al bar El Recreo y a la pensión familiar donde residió forzosamente. Salud y larga vida.