El prodigio de Jaén Jazzy

Son la alegría de la huerta y sus frutos a la vista están. Partiendo de un secarral y sin pozos de agua a la vista, han conseguido una zona de regadío copioso. Por la cabeza de Sergio Albacete, este chef musical sin gorro pero con gorra, rondaba el sueño de formar una asociación de Jazz y Músicas Creativas en Jaén. Se lo comenta a sus amigos más cercanos y, con el objetivo de montar una incipiente Big Band, se ponen manos a la obra para comenzar esta aventura. La simiente de estos cinco jabatos iniciales había que regarla con esmero, a veces sin agua, pero siempre con el convencimiento de que iban por el buen camino. Y así, poco a poco y cantando bajito, el proyecto fue creciendo a base de trabajo y un par de cojones, con perdón, hasta llegar a ser lo que son hoy en día tras siete años, una asociación con 220 socios de pago que la mantienen a pulso. Ayer estrenaron su sede con un concierto antológico, pero el alquiler, adaptación y terminación del local está siendo sufragado por el bolsillo de sus socios. Sin ayudas económicas ni subvenciones institucionales. ¿Le echarán un ojo ahora? Eso esperamos.