El pescado vendido

Álea iacta est. La suerte está echada. En la inquietante lucha política por la política, la carrera hasta la meta de una maratón que, filo etarras mediante, dura 4 años, la foto finish es el fiel reflejo de la propia trayectoria. El que es del Madrid, es del Madrid, y disfruta, celebra títulos y se enorgullece de su señorío; nos compadecemos del vecino, que aspira a ser segundo, y nos avergonzamos del rival del noreste, que va de ridículo en ridículo y que para ganar un título en 3 años tiene que tener 20 en nómina al que manda en los jueces de negro corto. Y no cambias de equipo, seas el feliz del Madrid, el cabeza gacha del Barsa o el paciente sufridor del Aleti; y lo eres toda la temporada. A lo sumo difundes ese “bah, a mí me la pela el fútbol”, similar al “todos los políticos son iguales”, recurrente cuando el gobernante que tú votaste protagoniza escándalos de corrupción, usa el Falcon hasta para ir al Falcon, hace leyes machistas en pro del feminismo, gobierna con independentistas o pacta con etarras. “Ejjjjjj que ETA es pasado”, no como a Franco que se le vio cruzar por el parque ayer... Aspirantes a, obvien el esfuerzo, evítennos episodios de bochorno ajeno, no despilfarren ese dinero público que sí es de todos, y déjense de prolijas campañas electorales. Y preparen sus cuellos.