El pavimento público de Jaén

    26 feb 2020 / 17:08 H.
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    Qué les pasa a las baldosas de las aceras de Jaén. Esa es la eterna pregunta que nos hacemos, una y otra vez, quienes caminamos a diario por ellas. Da igual la zona por la que te encuentres. Avenida de Madrid (margen derecho e izquierdo), Ronda de Marroquíes (el nuevo Lagarto), avenida de Andalucía, calle Baeza, Millán de Priego, San Felipe, Virgen de la Capilla, etcétera, y así, un sinfín de vías públicas de nuestra ciudad. Da igual el modelo, tamaño, material o antigüedad de la colocación de las baldosas. Unas están hundidas, otras están partidas y otras se encuentran huecas por debajo, lo que hace que, al pisarlas, suenen de tal forma, que parece que estás bailando claqué. Y si la fortuna hace que tu pisada coincida, justo en el filo de una de ellas, se alzará el extremo opuesto, quedando levantada para el próximo viandante, quien, como no se ande con ojo y su paso coincida justamente en esa
    baldosa, ten por seguro que dará un monumental tropezón, consiguiendo
    un pie dolorido y un zapato ajado.

    Y después de todo, podemos dar gracias a que este invierno, por desgracia, la lluvia no nos ha visitado apenas porque, en los días lluviosos, debes andar mirando constantemente hacia el suelo, mientras caminas haciendo un extraño juego de zigzag, y rezando para que, a cada baldosa que pisas, no salga disparado hacia arriba un chorro de agua embarrada que te dejará churretoso el calzado y manchada la ropa, hasta que consigas llegar a casa. Sinceramente, desconozco donde estriba el origen y causa del problema, si es debido a una deficiente colocación, a una calidad defectuosa del material, o al deterioro natural, pero, sea cual sea la razón del deplorable estado del pavimento público de la mayoría de las calles de Jaén, lo desconcertante es que a nadie se le antoja que sea necesario cierto trabajo de mantenimiento y conservación de tales elementos. No se trata, solamente, de llevar a cabo importantes trabajos de remodelación de nuestra ciudad, los cuales, todo hay que decirlo, la han embellecido notablemente.

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