El paro, el golf y otras miserias

Cuando el paro puede bajar porque hay aceituna que recoger, se encadenan un par de semanas de agua que impiden a los jornaleros echarse al tajo en busca de jornales >> A la Jaén Cenicienta, le salen velas negras >> Hasta no queremos campo de golf

04 dic 2016 / 10:18 H.

Ha hablado un erudito de la economía, el presidente del BBVA, Francisco González, y dice que el paro puede bajar al 10 por ciento en España en el año 2020. Advierte, no obstante, por eso de que luego no le tiren de las orejas, aunque a él, la verdad, le da igual, con su supersalario, su superavión y hasta su megaplan de pensiones, que para que se dé esa circunstancia se necesitan dos cosas, estabilidad y gobiernos que pongan en práctica políticas realistas, “no utopías que lo único que hacen es generar mucha frustración entre los ciudadanos”, apunta y dispara, claramente. España ha bajado desde que se inició la crisis del 20 por ciento y Jaén ronda siempre el 35%, a la cabeza del país. Qué gran alegría escuchar al señor González, una utopía para esta tierra bajar tan solo 10 puntos. Con campo de golf o sin campo de golf.

Sorprende para un analfabeto total de semejante deporte que Jaén sea la única provincia y capital de Andalucía sin lugar para el escarceo golfista (imagino que de España, también). Sorprende más aún que con la legión de deportistas del golf que a diario se van a las provincias vecinas, especialmente a Granada, callen ante la rotunda negativa del Ayuntamiento a abrir la posibilidad de la construcción de uno. Nada nuevo, Jaén no llora, Jaén no mama... Y dicho esto, qué les voy a decir, que la ley está para cumplirla, que los pelotazos urbanísticos se acabaron, afortunadamente, y, seguramente más cierto aún, que quien la lleva la entiende y quien la lleva es el Ayuntamiento. Este cronista, no golfista ni por casualidad, se extraña, una vez más, de que hasta en esto de los 18 hoyos para introducir una pelota en cuantos menos golpes mejor (en Linares hay un campo, La Garza, que no es campo porque tiene solo 9 hoyos) seamos los últimos. No es que vaya uno a animar a la rebelión y a la revolución a los numerosos amigos que sí lo practican y están ellos tan orgullosos de su par (número de golpes para embocar la bola), solo que si hay campo de golf y centro comercial y esas cosas grandes, la economía se mueve la tira... Mientras tanto, llueve, y ahora es malo, no hay jornales; me cachis con Jaén y sus miserias.