El pantano empantanado
Qué paciencia la de los agricultores serranos; acorde con esa desidia del jiennense que admite ser posicionado en la cola de todo y consiente una y otra vez ser ninguneado por doquier. Hagamos un poco de historia. La presa de Siles es el último pantano construido en Andalucía. Faltaría más. Era una aspiración antigua y justa de aquella zona serranosegureña. Su necesidad se hizo patente con la sequía de 1995, prólogo de la que tenemos encima. Por fin se proyectó en 2005 y después de diversos contratiempos se inauguró en 2015. Y ahí está siete años después, espejeando entre pinos y olivos, tan bonica, como decimos por allí, y sin uso, o bueno, reteniendo agua para el riego de otras zonas más bajas de Andalucía. Los proyectos deben tener una finalidad y en este parece que la finalidad fuera esa, porque no se previeron las conducciones de riego lógicas si se pretendía que regara aquella abrasada tierra. Y ahí vinieron las disensiones en esta España de las autonomías, ¿de quién es la responsabilidad, del gobierno de España o de la Junta de Andalucía? Han ido cambiando de signo político, y qué mala suerte tenemos, donde antes se decía digo ahora se dice Diego. Y cuando han sido coincidentes el tema ha quedado en el cajón, mejor no removerlo. Pues como no hay consenso, ni siquiera repartir gastos, porque para este terreno olvidado no hay presupuesto y ya empieza a oler mal el retraso, el gobierno nacional a través de la Confederación determinó en 2021 cancelar la canalización y conceder tomas directas previa solicitud y aprobación. Dicho en román paladino: El que quiera agua que la pida y se gaste las perras para llevársela desde la presa. Y los sufridos olivareros, a agachar la cabeza. Solo la levantamos para implorar que llueva. Pero no acaban ahí las penas, porque ahora vienen las asociaciones de agricultores a litigar por la concesión de esas solicitudes ante la ampliación del plazo a tal efecto, porque unos han hecho los deberes en su tiempo, y otros no. Según una información reciente de este Diario, la Audiencia Nacional ha dado carpetazo a esos recursos y parece todo dispuesto para las concesiones. Ya no falta nada más que el agua. Ay, aceituneros altivos.