El pan de cada día

    25 feb 2023 / 16:00 H.
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    Esperando turno en la cola de la caja del supermercado suena entre murmullos y silencios el pitido corto e intermitente que el lector del código de barras emite cada vez que se produce una venta. En la línea de salida con el carrito de la compra a cuestas la gente entra y sale por las puertas automáticas como mandan los cánones del consumismo. Con la despensa a medio llenar y los bolsillos vacíos por la puñetera e imparable subida del precio de los alimentos, cada día nos cuesta más comer. Los industriales lo achacan a la guerra y al encarecimiento de la materia prima y el combustible, pero lo cierto es que a pesar de disminuir las ventas, ellos han multiplicado ganancias. Ni la bajada del IVA que el gobierno aplicó a casi todos los productos básicos de alimentación, ni tampoco la significante bajada del precio del petróleo y el gas de los últimos meses, han sido suficientes para frenar tanto disloque de precios. Somos el país con menor inflación de la Unión Europea, sin embargo en un supermercado de Alemania compras los alimentos más baratos que en España. Y eso que los alemanes nos triplican en salario mínimo interprofesional.

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