El país de Nunca Jamás

    13 dic 2023 / 10:41 H.
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    Se acerca la Navidad y amigos y familiares, olvidados ya hace tiempo de esas tarjetas navideñas que, con sobre y sello, llegan a tu buzón o de marcar el teléfono, te felicitan, si eres muy querido, por WhatsApp y, si no, por redes sociales. Si tienes la suerte de verlo... Depende del algoritmo, que la RAE define como un conjunto ordenado y finito de operaciones que permite hallar la solución de un problema. Para las redes, una serie de normas de programación que hará que una publicación se muestre mucho o poco, o nada. Y a quién y cuándo. Pero detrás está la mano humana, nada inocente. Una mano, casi siempre siniestra, que, si te tacha de indeseable, te saca del juego. Para que aprendas. Quién me iba a decir que el algoritmo la tomaría conmigo, que defiendo la libertad y desdeño lo políticamente correcto y lo incorrectamente político en que se ha convertido todo. Nunca imaginé que podría ocurrirme a mí, favoreciendo, sin embargo, tanta mentira, ignominia y bajeza. Creía que nunca se traspasarían ciertos límites. Que jamás volverían la censura, el oscurantismo, la manipulación y el miedo. Que el progreso vendría a ayudar, como las lavadoras. Pero este es el país de Nunca Jamás, y los niños perdidos campan por sus respetos. Es lo que hay. Por ahora.

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