El origen de Hernán Pelea

17 dic 2020 / 17:19 H.
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PEDRO PABLO CANO HENARES

Segureño y amante de las sierras de Segura

Dice la Real Academia Española que topo-nimia (de ‘tópos’, “lugar” y ō’nymía’ de ‘ónoma’, “nombre”) es el conjunto de los nombres propios de lugar de un país o de una región. Pues bien estos nombres son los dados por los habitantes de estos lugares, países y regiones, así es impensable que un francés pretenda que llamemos ‘Andalousie’ a Andalucía o que un gallego pretenda que un catalán llame ‘Xerona’ a Girona, de la misma manera no se puede pretender que las gentes de Segura llamemos a los Campos de Hernán Pelea como campos de Hernán “Perea” simplemente porque nunca los hemos llamado así y voy a tratar de explicar de donde viene este nombre, de un territorio emblemático de la Sierra de Segura y el porqué de este inusitado interés en cambiar el nombre por un apellido que no tiene nada de causal. Primeramente dejar claro que este territorio de una extensión aproximada de 17.187 hectáreas, ahí es nada, pertenece a la Sierra de Segura desde la expulsión de los musulmanes de esta serranía y que además está perfectamente delimitado desde 1253, año en el que para resolver los linderos entre la Encomienda Mayor de Castilla de la Orden de Santiago de Segura de la Sierra y el Adelantado del Arzobispo toledano, que en ese año aún es el Adelantado de Quesada, nombran al comendador del bastimento García Pérez y a Lope Fernández, fraile santiaguista, como partidores de los términos santiaguistas de Segura y Chiclana con los toledanos de Quesada e Iznatoraf, estableciendo los actuales límites, así volviendo a la toponimia justo en el extremo sur, tenemos “la Morra de los Tres Mojones” en las Empanadas donde juntaron términos Segura, Quesada y Castril. Hoy sigue siendo mojón entre Santiago-Pontones, dos municipios que salen de Segura; Cazorla, que sale de Quesada y el municipio granadino de Castril. Por tanto, los límites de términos siguen inamovibles desde 1253, por más que algunos pretendan que no sea así.

Una vez queda claro que estamos hablando de una parte de la Sierra de Segura, y siguiendo la lógica toponímica, son los segureños quienes dieron nombre a esta parte de su territorio y este es el de Campos de Hernán Pelea. ¿De dónde viene este término toponímico? Del que además tenemos testimonios escritos, como ahora veremos, desde 1591 en adelante. La historia oral de este territorio aclara este punto del origen de tan curioso nombre. Todas las personas de cierta edad, sobre todo de Santiago de la Espada, Pontones y sus aldeas y también del resto de la Sierra de Segura, hemos oído la historia de una gran “Pelea” que ‘se’ hubo en tiempos pretéritos en estos grandiosos Campos y de ahí viene su nombre. Esta historia esta fundamentada por los hallazgos casuales, cuando se araban sus ricas hoyas para sembrar centeno y trigo que en estos parajes se cría de tal magnitud que sus plantas superan los dos metros de altura; estos casuales hallazgos consistían en levantar con el arado restos de cascos, flechas y hasta alguna que otra espada. Esto está refrendado por un yacimiento arqueológico perfectamente identificado que como tantos otros en estas Sierras de Segura está sin catalogar ni datar, esperemos que pronto se corrija este extremo.

Repasemos ahora cómo se ha nombrado a este altiplano con sus diferentes nombres y en los lugares próximos. El nombre más común siempre ha sido Campos de Hernán Pelea, también se le llama Campos de Rampelea y, por último, también se le ha llamado Campos de la Gran Pelea, no solo en la Sierra de Segura y en especial en Santiago de la Espada, Pontones y Segura de la Sierra a cuyos términos municipales pertenecen estos Campos, en Castril, Huéscar, Caravaca y Pozo Alcón me consta que siempre se ha utilizado Rampelea más que Hernán Pelea. En Quesada y Cazorla, aunque aquí no lo reconocerán, por su espuria apuesta de cambio de nombre, también siempre han sido conocidos como Hernán Pelea o Rampelea. En toda Segura de la Sierra, como los demás pueblos, siempre se ha utilizado más Campos de Hernán Pelea, aunque se podía oír a personas mayores también referirse, ya dicho, como Rampelea o Gran Pelea, ahora nunca el invento de “Perea” solo esto debería de bastar para respetar la toponimia de sus habitantes, pero dado que aquellos que mintiendo pretenden cambiar el nombre argumentando falsamente “se llama de las dos maneras” veamos ahora los testimonios escritos en el devenir de la historia.

El primer testimonio escrito que de momento tenemos, no descartamos que aparezcan pronto más ahora que estamos pendientes en su búsqueda, data de 1591 es una “Carta de privilegio de Felipe II a la villa de Segura de la Sierra, concediéndole la jurisdicción en primera instancia” (A.G.S. Escribanía Mayor de Rentas, Mercedes y Privilegios. Legajo 334. Archivo General de la Región de Murcia) que entre otras cosas nos dice “... Y otro pedaço de tierra en el entredicho viejo que alinda con el estrecho nuevo y mojonera del término de la ciudad de Guesca deslindando otro mojón desde la cassa de Diego de Gerica que está en la rambla seca y la rambla arriba a la Fuente del Vorvotón dejando el abrebadero de la dicha fuente común y desde allí bolbiendo la dicha cumbre arriba de aquella loma que deja al Campo Hernán Pelea y Cañada la Mienta con la mojonera de Castril y término de la ciudad de Huesca y la mojonera adelante a dar al primer mojón de la Cassa de Diego de Xerica...” Este documento se refiere a unas dehesas de la Villa de Segura de la Sierra, que en ese año es la poseedora de este territorio, en ese momento la Puebla de Santiago es aún una aldea de Segura y Pontones aún le queda bastante para llegar a ser municipio.

Los siguientes documentos donde aparecen escrito el nombre de Hernán Pelea es una providencia sobre la compra de unos terrenos de labor y los pleitos con quienes los tienen sembrados de 1736- 1738 en ella se delimitan la propiedad, que se encuentra en los Campos de Hernán Pelea a los que cita un total de nueve veces y en todas las citas, si bien cambia Ernan por Hernán las dos primeras veces, en las nueve aparece como Campo Ernan o Hernán Pelea, no cambiando en ninguna de ella de Pelea. Este documento se encuentra en el archivo particular de la familia Palomares, de Santiago de la Espada.

El siguiente documento es una compra-venta del 11 de julio de 1780 donde Josef Martinez Oxeda, vende la Hoya Honda y las Mesillas de Navarrete a Pedro García Palomares. Aparece una vez el nombre de Hernán Pelea “... compra de catorce fanegas de tierra en sembradura, las nueve en el Campo de Hernán Pelea y sitio que nombra Oya Onda...” También se conserva en el archivo particular de la familia Palomares de Santiago de la Espada.

El siguiente documento es otra compra venta del 10 de abril de 1784 donde Francisco Martínez Coxar vende a Francisco Alguacil Jiménez “... ocho fanegas de tierra de secano que posee por suya propia y proindiviso con Francisco Ruiz Marín en la misma vecindad en el Campo de Hernán Pelea y sitio que nombran los tornajos de D. Fernando...” De esta compra- venta hay otra copia del 19 de abril de 1784 que dice exactamente lo mismo citando Campo de Hernán Pelea; también se conservan en el archivo particular de la familia Palomares de Santiago de la Espada. Como podemos observar, en estos que son los documentos más antiguos se dan dos circunstancias claras, la primera es la utilización del nombre de Hernán Pelea para referirse a esta parte de Segura de manera genérica, a continuación especifica el lugar que como vemos es en parajes distantes entre sí dentro de este territorio y la segunda si bien puede cambiar la grafía del nombre Hernán, no ocurre lo mismo con “Pelea” que permanece inamovible a lo largo de los siglos y los siglos.

Los siguientes documentos que de momento podemos aportar para demostrar que el único y verdadero nombre es este fabuloso altiplano es Campos de Hernán Pelea, nos lleva ochenta años adelante hasta los primeros mapas del territorio de 1860 y 1861 que los encontramos en el magnífico trabajo “Una colección cartográfica excepcional de la Sierra de Segura. Los croquis de montes de la Comisión de deslindes” de los profesores Eduardo Araque Jiménez y Egidio Moya García, de la Universidad de Jaén, en esta colección se encuentra un mapa titulado “Croquis forestal de los Campos de Hernán-pelea” de 1860 y otro titulado “Croquis forestal de los Cuartos de Hernán-pelea”.

Para terminar en el siglo XX, todas las referencias escritas a ellos, por ejemplo en Narraciones de caza mayor de Juan Luis González-Ripoll, siempre los nombra Campos de Hernán Pelea y no podemos olvidar que el nombre oficial de la denominación del monte público JA-10039-JA es Campos de Hernán Pelea y Calar de las Palomas.

Veamos ahora de dónde sale la aberración de “Perea” y por qué hay tanto interés en este ilegítimo cambio de nombre. La primera vez que vi este disparate de nombre corrían los primeros años de la última década del siglo pasado, fue en la primera edición de los mapas editados por la editorial Alpina de Úbeda, al verlos dije “ya estamos, se han sacado otro cuento para chupar del bote” y no me equivoque. Estos mapas si bien son correctos y prácticos para su uso comenten graves errores en lo referente a la toponimia de muchos parajes de la Sierra de Segura. Esto hace pensar a los domingueros de mapa alpina que se conocen más y mejor nuestra Sierra que los que hemos nacido, nos criamos y trabajamos en la Sierra de Segura; craso error, es a partir de esta edición cuando de la noche a la mañana, primero muy poco a poco hasta llegar a la actual situación donde desde la página oficial del Parque Natural se atreven a cambiar este nombre y con la Diputación de Jaén ocurre lo mismo y hasta en la página web del Ayuntamiento de Santiago-Pontones cometen esta injuria y, además, sin argumento alguno, salvo el consabido “se llaman de las dos maneras, porque lo digo yo o lo dice uno de la sierra que no se atreve a contradecirnos”. No hay documento alguno anterior a 1990 que nombre a este territorio como Campos de Hernán “Perea” en todos es Pelea, y si los tenéis, sacarlos que los veamos todo el mundo, como aquí se está haciendo, basta ya de infamias y manipulaciones interesadas. He leído y oído que si es por Rodrigo Perea adelantado, que si de un hijo suyo del que no hay testimonio alguno, que si la pelea fue la derrota de este adelantado (descrita magistralmente en la Crónica del Halconero de Juan II) que se dio en estos Campos, estando el lugar donde ocurre esta batalla perfectamente identificado en los llanos de Tubos a unos kilómetros al norte de Castril, donde en la actualidad hay un área recreativa... Esta invención, ademásm comete el error subconsciente de reconocer su verdadero nombre, ya que si dices que la pelea es la de tu adelantado que se da allí estás de facto reconociendo el nombre de Pelea. La cantidad de hipótesis sin prueba alguna es tal que mejor ni hacer caso; el movimiento se demuestra andando por tanto, hay que sacar documentos históricos que demuestren lo que se pretende o callar de una vez y para siempre.

¿A qué se debe este inusitado interés en cambiar el nombre? La respuesta es bien sencilla, sigue al dinero, no cabe duda de que esta singularidad geográfica que son los Campos de Hernán Pelea es cada día más, un atractivo turístico por el que transitan cada vez más turistas y como no la avaricia de Cazorla pretende que sea su pueblo quien canalice este inesperado recurso, lo mismo da que sea parte de Santiago de la Espada, Pontones y Segura de la Sierra y que las entradas naturales sean por Fuente Segura en Pontones y por Don Domingo en Santiago de la Espada, lo mismo da que este recurso sea mucho más necesario para Santiago-Pontones, lo mismo da que solo los Campos de Hernán Pelea aporten las mismas hectáreas que aporta Cazorla al Parque, que más da que Santiago-Pontones haya perdido un 49% de su población desde la declaración del Parque. O que cuanto antes se larguen, mejor, deben de pensar desde sus despachos los políticos de Jaén y Sevilla, todo para Cazorla es su máxima. Para terminar al principio daba la cifra de la extensión superficial de los Campos de Hernán Pelea de 17.187 hectáreas, esta cifra para muchos les parecerá una exageración, que no es tal, con este territorio parece que cuanto mayor son los errores que se dicen más calan en los domingueros de alpina que tanto les gusta transitar en caravanas de todoterrenos este paraje sorprendente, para la mayoría son 5.000 hectáreas. Esta cifra ha salido de las hectáreas que tiene el monte público JA-10039-JA Campos de Hernán Pelea y Calar de las Palomas que son 5.411, 86 hectáreas. Pero esto es un gran error, ya que no están incluidas ni todas las hectáreas del monte público los Campos JA-11039-JA, ni las de los montes públicos de los Cuartos de los ayuntamientos de Segura de la Sierra y de Santiago-Pontones que también son Campos de Hernán Pelea, como hemos visto en algunos de los documentos citados. La suma de montes públicos de la Junta y de los ayuntamientos da 10.349,2259 hectáreas, datos oficiales de la cabida de estos montes. A esto hay que añadir las hectáreas privadas, que son bastantes. Tenemos grandes fincas como Pinar Negro, que pasa ampliamente las 1.000 hectáreas y alguno que otro propietario de Santiago pasa también las 1.000 hectáreas, más los cotos más pequeños de Campo del Espino, Las Palomas, Cañada Rincón, El Chaparral, Loma la Paja, Las Pegueras, Majada las Calles... y la infinidad de parcelas de cultivo que los salpican. He hecho una medición bastante aproximada con la aplicación de Google Maps siguiendo los linderos de los montes públicos y los naturales que delimitan este espacio segureño y da las 17.187 hectáreas; evidentemente habrá un margen de error, pero este por grande que sea no puede bajar hasta las 5.000 que se repiten como mantra.

Por último, termino como empecé con la toponimia, son los antiguos habitantes de los lugares quienes pusieron los nombres a sus parajes: No se puede ni se debe pretender desde lugares a los que no pertenecen estos parajes cambiar estos nombres ancestrales, por mucho que te guste el lugar, por muchas veces que lo visites no puedes cambiar nuestros nombres y aún menos hacerlo desde las administraciones públicas. Si también nos quitan nuestra toponimia ¿qué nos dejan? En el supuesto de que en Villacarrillo, Jaén, Sevilla, Cazorla u otro lugar fuera de Segura llevaran llamando a este territorio “Perea” desde hace 100 años, supuesto imaginario como demuestra el nombre del monte público ¿o acaso podemos creer que los ingenieros de Cazorla no lo habrían puesto al catalogar este monte “Perea” en vez de Pelea? Aún, en esta suposición, ninguno de estos lugares tienen derecho a cambiar el nombre de un territorio que no les pertenece. Si tanto interés tienen en Cazorla de poner el nombre de su adelantado a un territorio, que lo hagan con su Nava Noguera colindante de nuestros Campos de Hernán Pelea ni no de Hernán Perea y dejar en paz a las Sierras de Segura.

Por tanto pido encarecidamente a la Diputación de Jaén, a la administración del Parque Natural de Segura y al Ayuntamiento de Santiago-Pontones cambien de sus respectivas web y publicidad la aberración de Campos de Hernán “Perea” por su verdadero nombre de Campos de Hernán Pelea.

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