El obispo y la mula

    18 feb 2022 / 17:16 H.
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    Puede parecer el título de este escrito el de un relato de realismo mágico por la pluma de un García Márquez, un Juan Rulfo o un Alejo Carpentier. Pero no; es algo más medieval, en el fondo y en la forma. Se trata de una especie de auto sacramental cuyos personajes son el obispo José Ignacio Munilla, la mula Bartola y la Diócesis de Orihuela-Alicante, representada por la gente, mayores y niños, correteando alrededor de la mula en semejante entrada triunfal de monseñor, en la toma de posesión de su cargo, al estilo de Jesucristo entrando en Jerusalén. Este obispo es un personaje de un rancio olor a naftalina ideológica y que tiene en contra a muchos de los curas de esta diócesis quienes no ven con buenos ojos a un prelado contrario a todo aquello que signifique un progreso social; al auge de los abortos lo consideró como un “holocausto silencioso”; al feminismo, lo censuró por el daño que el “feminismo radical” estaba causando a la dignidad de la mujer; a los movimientos en pro de los derechos de los homosexuales, etc. Una toma de posesión que se promete caliente dado el afán de este obispo por la polémica al defender posturas tan retrógradas. Una pena que algunos prelados de la Iglesia solo utilicen el espejo retrovisor y miren únicamente hacia atrás.

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