El manitas

Así apodan a Ramón, el investigado en la desaparición de Esther López. Aunque las dudas sobre el caso son inmensas, y las declaraciones de los testigos que la vieron por última vez son contradictorias, lo cierto es que “el manitas” era de la confianza de la chica que aquella noche subió al coche junto a él, quién manifiesta que Esther quería seguir de marcha a lo que se niega Ramón dejándola sola. Su teléfono móvil se desconectó durante la madrugada del día de la desaparición. Otra curiosidad del caso es que según se desprende de la investigación participaron otras dos personas. El caso es que finalmente el “manitas” fue detenido y se mantuvo en esta situación todo el tiempo que el instructor pudo retenerlo tras haber expirado el plazo límite para mantenerle privado de libertad. Otra curiosidad es que el detenido, en lugar de alegrarse, no pudo reprimir sus lágrimas de alivio al oír que no iba a pedir prisión provisional para él sino su puesta en libertad, lo que se interpreta como que las pesquisas realizadas no han podido incriminar de forma fehaciente al sospechoso en la desaparición de Esther López. Tras tantos días se espera lo peor, como en otros casos, yo desde mi barrio espero equivocarme y que aparezca la chica de la eterna sonrisa.