El libro gordo de Petete
Del libro gordo de Petete: Cuando quiero acabar con alguna empresa o servicio (en especial si es público) procuro desmantelarlo poco a poco; la maniobra es clásica, lo dejo sin contenidos o medios para que mal funcione y se aduce falta de clientes o usuarios. Claro, si no hay servicios no hay usuarios y si no hay usuarios se quitan los servicios. Así se obra de forma totalmente ortodoxa y perfectamente experimentada. Deberíamos tener en cuenta que en lo tocante a la administración pública no debía prevalecer la rentabilidad de sus servicios toda vez que los paga el ciudadano. Con la cuestión de los impuestos se repite la lección: como el dinero recaudado se viene aplicando mal (y en esto tenemos desgraciadamente una media verdad) pues que rebajen o supriman tales imposiciones y hagan los que lo tengan lo que quieran con su dinero a despecho y desprecio de quienes no puedan hacerlo o servirse del magro erario público. Y esta manipulación se la compran sin ver que es falsa y letal. En Jaén con el ferrocarril tenemos un ejemplo canónico de lo que aquí se dice.