El juego de la silla
Algunos no tuvieron la oportunidad ni siquiera de estrenar oratoria en las tribunas del Congreso y del Senado. La legislatura terminó en lo que dura un suspiro y los viajes de Jaén a Madrid supieron a poco. De los cinco diputados nacionales y los cuatro senadores jiennenses, solo hay una que se mantiene en el cargo. Se trata de la también presidenta del Partido Socialista, Micaela Navarro, elegida miembro de la Diputación Permanente, el órgano que tomará el testigo del pleno hasta la celebración de las elecciones generales y la constitución de la nueva Cámara. Todos repiten en la candidatura con la que sus partidos concurren a la cita del próximo 26 de junio. Del voto de los jiennenses dependerá su continuidad en los órganos de representación en los que tenían puestas todas sus esperanzas. La recién aprobada confluencia de las fuerzas de Izquierda Unida, Podemos y Equo puede cambiar el panorama.
Basta con tirar de las matemáticas para ver por dónde pueden ir los “tiros”. La Ley D’Hont es la fórmula electoral que permite obtener el número de cargos electos asignados a las listas, en proporción a los votos conseguidos. Según este sistema, Podemos se quedó, el 20 de diciembre, a 1.104 votos de lograr un escaño. En las próximas elecciones, la agrupación que lidera Pablo Iglesias no acudirá sola a las urnas. Lo hará de la mano de Izquierda Unida y de Equo, después de que la militancia votara el visto bueno a la “amistad”. Con los resultados de hace cinco meses en la mano, la suma de sufragios, aplicada a la Ley D’Hont, pone de manifiesto que los socialistas perderían su escaño, de tal forma que, en lugar de tres diputados tendrían dos, los mismos que los populares.
Cierto es que la realidad de hoy dista mucho de la que brindaban los prolegómenos de la Navidad. La principal novedad está, precisamente, en la coalición “Unidos Podemos” que, además, busca candidato por la provincia de Jaén. La entrada en prisión de Andrés Bódalo obliga a mover ficha y presentar un nuevo cabeza de lista. Se piensa como sustituto en su compañero de filas en el seno del movimiento sindicalista, Diego Cañamero, responsable de Relaciones del Sindicato Andaluz de Trabajadores. El juego de la silla para cubrir escaños no ha hecho más que empezar.