El futuro del flamenco

Hace tiempo que alguien me expresó su deseo de asistir a una velada flamenca, cosa que yo no frecuento con demasiada asiduidad, aunque debiera, por dos razones una porque me gusta el flamenco, aunque me cuesta diferenciar ciertos palos y otra porque no hay nada como disfrutar con lo nuestro, nuestra gente y nuestra cultura. Así que no se me ocurrió mejor idea que decírselo a mi amigo Manolo López Cabrera, presidente de la Peña Flamenca de Martos, mi pueblo, quién me invitó a asistir a la velada que se celebró el sábado pasado, ni más ni menos que con Reyes Carrasco, así que puntuales a la cita allí estuvimos y después de saludar a los viejos amigos, a esos que se añoran de verdad, disfrutamos con una voz joven pero madura en el arte del mejor y más puro flamenco, deleitándonos con unos tangos y unos fandangos sin igual, pasando por una mariana y una guajira y terminar con bulerías. Hacía tiempo que no oía una voz tan limpia y conocedora de los cantes, alguien, más entendido que yo, dijo que tiene 24 quilates en los surcos de su garganta y se quedó corto, con voces como esta y el amor que le pone Reyes a su cante, derrochando arte por los cuatro costados, el futuro de nuestra cultura, la cultura de nuestra tierra, está asegurado. Gracias Manolo.