El franquismo penal

Vivimos en la sociedad más democrática que nunca existió y desde hace unos veinte años nos hemos aficionado a penalizarlo todo. Nos encanta aumentar el tiempo de las penas y cada vez más se olvida el objetivo de reinserción de los internos. Desde hace un año vivimos una nueva moda: sacar a Franco de los libros de historia, televisar el traslado de su momia, ver en qué lugar se entierra, etc. Desde antes de su desaparición, la sociedad española tenia olvidado a Franco, de ahí el “milagro” de la transición. La Dictadura de Franco era una “opereta” desde que entró en la ancianidad. Curiosamente no ha habido un “odio” al franquismo más que en los últimos tres años (auge de la extrema izquierda). Jurídicamente, es un artificio penalizar la apología o el elogio del franquismo. Lo que se quiere es clavar una puya a Vox, es una cuestión política: el primer y el cuarto partido quieren “penalizar” al tercero. Es no jugar limpio. Quizá en 1980/1/2 sí vivimos con temor a la extrema derecha, con un millón de manifestantes en la Plaza de Oriente cada 20 de noviembre. Eso si provocaba miedo. Penalizar el franquismo hoy, es penoso.