El fin no justifica los medios

El fin no justifica los medios. Por más vueltas (argumentos) que se le dé a un asunto, por más que se retuerza la frase con el fin de justificar una postura injustificable, la evidencia de la frase siempre se manifesta inexorable. Nada hay que justifique los medios. Y muchos menos el vandalismo. Floyd, el hombre en cuyo nombre se han justificado estos actos vandálicos, no merece que le manchen un poco más, Bastante grave es que haya muerto de manera injustificada, para ensuciar su nombre con estos actos. Y esos vándalos no parecen caer en la cuenta de que también ellos manchan la democracia con esa acción porque nada hay en este régimen político que justifique tal acción. Al contrario, la degrada. Tampoco tiene sentido juzgar a las figuras de ayer con el ojo del presente. Por no hablar de la ignorancia que supone comparar a reputados esclavistas con Cervantes, por ejemplo, Hay otros métodos, más democráticos, que permiten cambiar las estatuas por otras más acordes a estos tiempo sin que se derriben a golpe de mazo porque eso es también un golpe a la democracia. En España, por ejemplo, se han cambiado nombres de calles que elogiaban a militares de la dictadura y hoy creo que está bastante asumido.