El fango y el pueblo

    12 nov 2024 / 08:55 H.
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    DANA. De la tan temida nube naciste con nombre de perra, y llegaste en forma de amada lluvia; tornaste con hechuras del ahora famoso fango, y acabaste manchada en lágrimas de barro. Lágrimas de un pueblo que llora a su pueblo, que sangra con cada gota de lodo, que suplica compasión clamando justicia, que aún desconsolado arrincona la excusa, que solo entiende de escoba palo e insomnio, que busca la luz en la noche y el sueño en el día. Con toneladas solidarias que rezuman esperanza en la tormenta del tú más. Dónde estabas Estado si nunca has estado. Presidente de uno presente en tantos, presidente de otro que no llegaste sin irte. Y tantos Ministros, y tontas Ministras. Las cruces rojas que tantas rojas mantas reparten, los cascos azules. Era ya. Antes o durante, y ni siquiera después. Y seguís los de arriba opositando en la gobernanza. Olvidando al abismo, sin recuerdos que enterrar. Ni presente ni pasado. Ni futuro que les aguarde ni guardia que guardar. Millones de paz, miles de esperanzas repartidas por sudor y aliento. Sin ruido. Sin orden ni oficial sentimiento. Con miradas en silencio y lágrimas empáticas de aliento. Del pueblo y para el pueblo, qué sería del otro sin el uno. El fango. Ay el fango. Y sus lágrimas de barro. “Hago pájaros de barro y los hecho a volar...”.



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