El estrés vacacional

    25 ago 2019 / 11:15 H.

    A25 de agosto, muchos son lo que ya piensan en la vuelta al trabajo. A algunos, el dejar las vacaciones atrás, les supondrán un alivio. Los momentos previos a las vacaciones suelen ser ilusionantes; quince o treinta días por delante para descansar, hacer algo diferente o planear alguna salida es apetecible a cualquier mortal, pero en ocasiones, la realidad supera a los sueños y lo que se preveía que fueran unas jornadas de descanso, se convierten en jornadas infernales; hijos que no quieren ese plan que a otro tanto apetece, suegros que se presentan en casa justo los días que uno tiene para descansar, planes que no encajan en el resto de la familia, suelen ser situaciones más habituales de lo que muchos creen. El pasar más horas con los demás miembros de la familia, contribuye en ocasiones a que los roces aparezcan, mientras que los niños se aburren en casa y los padres anhelan que El Corte Inglés anuncie ¡ya! La vuelta al Cole. Y como los humanos somos así, de lo que preveíamos como unas vacaciones inolvidables, pasamos en pocos días a desear la vuelta al curro y a la normalidad que detestamos durante el largo invierno, tanto como días antes deseábamos que llegaran las vacaciones.