El estornino de Mozart

Modestia aparte, pero las cosas como son, acabo de terminar un libro cuyo título es “Alas” (El mundo maravilloso de las aves), que espero publicarlo o que me lo publique alguna alma caritativa como dejó escrito Juan Espejo y cuyo feliz resultado fue la publicación de “Los motes de Jaén”, editado por “El Colegio de Enfermería”. El estornino es tan negro como noche sin luna. Para saber algo sobre este pájaro, según la ornitología llamado Sturnus vulgaris, tenemos que leer el libro “Platero y Yo” de Juan Ramón Jiménez, una auténtica maravilla de la literatura española y observarán el vuelo majestuoso de miles de estorninos que hacen auténticos malabares en el cielo. Amadeus Mozart, el gran músico de Viena, tenía un estornino, lo mismo que tenemos los del Sur el canario y otras aves cantoras. Quién sabe si el autor de la flauta mágica y otras maravillas musicales se inspiró en este pájaro y lo llevó al pentagrama para interpretar una obra, que a todas luces llenaría de colorido las salas de conciertos y los teatros del mundo. Asombra que un músico de la talla de Amadeus Mozart tuviera como amigo inseparable a este pajarillo que dibuja en el cielo auténticas maravillas. Cuando se le murió tuvo mucho cuidado en hacerle una cajita de madera para enterrarlo en las proximidades de la Catedral de Viena. Lo dicho, ponga un pájaro en su vida, que no un pajarraco de los que abundan en este país.