El Efecto Dunning-Kruger

Hace unas semanas, una presentadora que da las campanadas en fin de año fue a un programa de televisión a promocionar su libro y dijo estar haciendo un “casting de pediatras, porque no están tan actualizados como deberían por falta de tiempo”. Yo, como pediatra consorte, además de madre, hija, hermana y tía de médicos que han superado: una nota elevada de acceso a la universidad, seis años de carrera, la oposición MIR, cinco años de especialidad y un concurso oposición para acceder a una plaza... pues me indigné. No mucho, la verdad, solo lo justo para averiguar que esa sobrestimación de capacidades se conoce como Efecto Dunning-Kruger que es cuando aprendes algo por primera vez, por ejemplo, en internet, y piensas que eres una experta aunque no lo seas. En todo caso, seguro que ella consume sanidad privada. Si usara la pública andaluza tardaría un mes entre pediatra y pediatra del casting. Y si (ojalá nunca ocurra) necesitara una cirugía, estaría a la cola de 206.000 andaluces que aguardan una cita preoperatoria. Tanto es así, que en los sondeos del Gobierno del PP, el principal problema de los andaluces es la preocupación por el deterioro de la sanidad pública. Y eso sí me indigna.