El camino del corazón

07 jun 2017 / 10:29 H.

Un año más hemos disfrutado de la gala de los Jiennenses del Año en un bello rincón de nuestra ciudad desde el que se podía contemplar, como testigo de excepción, nuestro magnífico castillo de Santa Catalina. Mi más sincera enhorabuena a todos los premiados, que hacen que nuestra tierra se engrandezca, se llene de optimismo y nos suba la autoestima que tanta falta nos hace. Cuánto de bueno hay en nuestra tierra y qué poco lo valoramos a veces. Estos premios nos invitan a seguir trabajando por hacer de nuestra provincia un auténtico paraíso interior; a seguir creyendo en los sueños y hacerlos realidad; a seguir apostando por personas, proyectos, instituciones capaces de hacernos la vida más fácil. Pero he de confesar que de entre todos los premios, el de Valores Humanos es el que me toca más el corazón, el que me hace derramar alguna lágrima, el que me invita a seguir creyendo en el ser humano, el que me anima a seguir empleando mi tiempo en ayudar a los demás. Este año la asociación Pídeme la Luna, ganadora de este merecido premio, es la que me ha hecho reflexionar. Se suele decir que los niños y jóvenes son nuestro futuro, pues bien, yo me quedo con los que dicen que son nuestro presente. No debemos dejar para mañana lo que podamos hacer hoy, así que, en vez de depositar nuestra esperanza en el futuro de nuestros niños y jóvenes, es hora de remangarse y prestarles toda nuestra atención y dedicación en el presente. Es hora de trabajar con ellos en valores, actitudes, pensamientos y comportamientos que les lleve a trabajar por un futuro mejor y más humano. De nada sirven los buenos consejos ni las advertencias de los peligros si no somos capaces de darles ejemplos positivos ni de transmitirles ilusión y esperanza. De nada les sirve que les digamos una y mil veces lo difícil que está la vida, mejor agradecerán mensajes de ánimo con los que se sientan capaces de cumplir sus sueños. “Cuando tengas que elegir entre dos caminos, pregúntate cuál de ellos tiene corazón. Quien elige el camino del corazón, no se equivoca nunca”. Me quedo con los que trabajan desde el corazón.