El amor, vestido de versos

    16 feb 2022 / 17:14 H.
    Ver comentarios

    En la tarde serena cuando la brisa besa las hojas de los árboles, y el invierno ha dejado en febrero que el corazón se pinte de poemas, hace que en sus días nazca una nueva flor pálida y bella. Y en medio de su tiempo hay un lugar dedicado al amor. En estos días en los escaparates reinan los corazones y algún Eros o Cupido presiden mirándonos silentes tras el cristal. Para hablar del amor hacen falta los versos, dejar que la poesía deje su son cromático entre las cuerdas de la vida, el agua en un estanque, el cielo cuando brillan las estrellas, el sol colándose entre el verde de los árboles, el beso en una fuente susurrando... El amor llega dulce, cruza el alma con su paso callado dejando sensaciones, rumores, ilusiones y dicha. El amor vuela alto cuando la alegría ilumina la vida, como las luces que dibujan en el cielo los fuegos artificiales, esos que apenas se escuchan y dejan que veamos sus figuras jugando entre las estrellas. Y baja hasta el más profundo abismo cuando parece que se ha desdibujado la esperanza. Entonces se ilumina su mirada, pinta de colores el alma, toca en su violín las mejores sonatas y exhalando su perfume de consuelo nos regala la calma. El amor es una huella firme que acompaña en el sendero. Es la suave caricia cuando en la brújula de la vida hemos perdido el norte. Es una voz amable que inunda con su canto el corazón y deja su mensaje que se exprese en la clara sintonía que nos nace muy dentro. El amor es la tierna sonrisa, esa mirada llena de dulzura, es la paz en la guerra. Es la brisa que en sus tules te besa, es la fuerza que nace y hace sentirnos libres cuando acechan cadenas. El amor es la danza de unos pies que dibujan poemas. La belleza en un lienzo, la expresión de una rima dulce y tierna. Un canto en la mañana cuando el sol pinta despacio la luz sobre la tierra. El silencio que buscamos cuando ruge la tormenta. Es el fuego en el alma que ilumina y no quema. Un arrorró que envuelve en sus armónicos compases, una fuente donde brota la esencia, donde sabes que creces y tu alma se alimenta. El amor ha venido recitando su más bello poema, se ha vestido de versos y ha dejado en nosotros la armonía, la calma, y la luz que nos vela.

    Articulistas