El alma en verso

06 feb 2019 / 08:40 H.

Aveces, los sentimientos pueden contenerse. Hay quienes los reprimen por modestia, porque tal vez piensan que sus sentimientos solo son suyos y a nadie más pueden interesarle. Sin embargo, hay ocasiones en que los sentimientos, por muy profundos que se lleven, no pueden contenerse y brotan de los labios, de los pinceles o de la pluma. Son muchos los hombres y mujeres que, con el tiempo, se deciden a escribir un libro para que las gentes compartan lo que ellos y ellas llevan dentro.

Ya se sabe que escribir un libro en esta época tan tecnificada es una aventura casi heroica que no se sabe qué recorrido tendrá, porque los libros en papel se leen poco, como bien testimonia la ingente cantidad de librerías que han cerrado sus puertas no sólo en Jaén sino también en toda España. Una de estas personas es mi buen amigo José Martínez Calabria, un hombre que siempre sintió vocación por la literatura pero que no se decidió a lanzar sus versos al viento hasta después de su jubilación. En 2006 ya ganó el premio del IV Concurso de Relato y Poesía para mayores, convocado por la CIBS de la Junta de Andalucía, del que llegó a ser miembro del jurado en años siguientes. En 2007, José Martínez se decidió a escribir su primer libro de poesía y relato al que tituló “Banderas del alma”, del que les hablé en su momento en estas columnas. Un puñado de mensajes de vitalidad, optimismo y de evocaciones emotivas que hacen más sensible el alma. Hace sólo unos días, a sus 85 años, mi amigo Pepe presentó otra obra, otro libro entrañable, un poemario delicioso. En “Las espigas”, este es su título, el autor ofrece con sus versos tan delicados, como sencillos y vigorosos, cálidos mensajes que encierran valores tradicionales y vitales como la familia, el sacrificio, la solidaridad, la naturaleza o la amistad. Es un poeta con sensibilidad profunda, sincero, que transmite deseos de reflexión. Él dice que trata de compartir su experiencia de vida, el amor que merece todo lo que nos rodea. Y bien es verdad que lo consigue, porque sus poemas, en los que pone el alma en verso, dejan una paz interior, como un deseo de querer ser mejores personas. Y lo más destacado es que, cuando se conoce personalmente a José Martínez Calabria, sus versos, sus sentimientos, sus mensajes, sorprenden menos, porque él, en su trato personal, ya los transmite.