Efervescencia cultural

19 jul 2018 / 08:14 H.

Ando yo “con el corazón partío”, como dice la popular canción, pero por diferente motivo al aludido en ella. Me encuentro en un auténtico dilema entre las ofertas culturales que mi “Ciudad de los Cerros” me ofrece y esta Hispalis moderna en la que vivo. Por eso, sufro bastante al no poder asistir a las fiestas y actividades que promueve el Ayuntamiento de Úbeda, la mágica Sinagoga del Agua o las que oferta la remozada Iglesia de San Lorenzo... ¡Un poso de añoranza late en mis entrañas! Gracias a que muchos de esos eventos ubetenses me son narrados o grabados por amigos, sírvenme para paliar la dulce nostalgia.

Yo, a cambio, disfruto de la inabarcable oferta cultural de Sevilla, en estas noches frescas de este atípico verano, alejándome del fariseísmo y la hipocresía social, a las que contribuyen algunos políticos de turno, pues pretenden implantar el egoísmo, el odio y la envidia en nuestros ambientes. ¡No hay mejor medicina que ampararse en la Cultura para que esos vicios no aniden en nuestra alma!