Economía al alcance de todos

    25 ene 2021 / 14:23 H.
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    Hoy día cualquier aficionado al fútbol haría un equipo más compacto y completo que el seleccionador nacional para afrontar con éxito el próximo campeonato de Europa o el Mundial, como cualquiera de nosotros aplicaría con más eficacia que el Ministerio de Sanidad o que la correspondiente Consejería de Salud de la comunidad autónoma las medidas más oportunas para luchar contra la pandemia del coronavirus. Asimismo, todo el mundo sabe o cree saber sobre economía, utilizando términos como el PIB, la EPA, la inflación, la demanda externa o la presión fiscal, con total desparpajo y, al igual que en la sanidad o en el fútbol, incurriendo en inexactitudes propias de la persona que no es un técnico cualificado en la correspondiente arte o ciencia.

    La pandemia del covid-19 ha generado en este último año, además de una terrible crisis sanitaria y social, una profunda crisis económica. Cada día a través de los informativos de televisión o en los periódicos digitales o impresos nos enteramos de que han prorrogado los ERTE, de que se ampliará el periodo de carencia en los préstamos ICO, de la reducción o supresión de las cuotas de autónomos, de la opinión de tal o cual experto sobre el perfil de la recuperación económica en forma de “V”, “V asimétrica”, “L” o “K”, del mayor impacto de la crisis en la economía española que en la del resto de la Unión Europea (sin explicarnos las características de nuestra estructura productiva que nos hacen más vulnerables), del porcentaje alcanzado por el déficit público o por la deuda pública en términos de PIB, del crecimiento de la tasa de paro y de la evolución de las afiliaciones en alta laboral a la Seguridad Social, de la proliferación de las criptomonedas y de las fluctuaciones y alta cotización del bitcoin en las últimas semanas, etcétera.

    En su día Samuelson, Premio Nobel de Economía, se preguntaba sobre la conveniencia de producir cañones o mantequilla. El brillante economista lo explicaba a través de la teoría de las ventajas comparativas, sosteniendo que los países se deben de especializar en aquellos bienes que produzcan mejor que sus competidores. De la misma forma que Samuelson se planteaba esta duda, son muchas las personas que hoy se preguntan sobre la conveniencia de endeudarse con un préstamo hipotecario para la adquisición de su vivienda a un tipo fijo o variable. Asimismo, cuando comprobamos que las cifras sobre el desempleo que nos dan el INE y el SEPE no coinciden, nos preguntamos sobre la mayor o menor fiabilidad del paro registrado o del paro estimado por la EPA. También son muchos los que se preguntan sobre la viabilidad del sistema público de pensiones, el porqué del vaciado de la “hucha de las pensiones”, sobre las repercusiones del retraso en la edad de jubilación o en la ampliación del periodo de bases de cotización para el cálculo de la pensión inicial. Tampoco son de general conocimiento las diferencias en la financiación de las comunidades autónomas con régimen foral (País Vasco y Navarra) y las 15 restantes del régimen común. ¿Qué decir de la reforma laboral?, ¿Hay que mantener la “ultraactividad” de los convenios en la negociación colectiva?, ¿Se debe dar prevalencia a los convenios de empresa o a los de sector?, ¿Se debe mantener la cláusula de “descuelgue”?De cuanto antecede podemos extraer la conclusión de que la economía está en el centro de nuestras vidas: “The economy, stupid” (La economía, estúpido), que en su día dijo Bill Clinton. John M. Keynes, por su parte, sostuvo que: “Los hombres prácticos, que se creen bastante exentos de cualquier influencia intelectual, suelen ser esclavos de algún economista difunto”.

    Desde esta tribuna periódica que hoy inicio, gracias a la generosidad de Diario JAÉN, pretendo ni más ni menos que poner “la economía al alcance de todos”. Espero que la amplia experiencia acumulada en más de cuatro décadas como docente de Economía de la Universidad de Jaén, me permita ser capaz de reflexionar sobre la actualidad económica de nuestra provincia, de Andalucía, de España, de la Unión Europea o del mundo, trasladándolo a los lectores en un formato didáctico, asequible y, si fuera posible, no aburrido.

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