Echados como a perros

Nunca he sido futbolera más allá de gustarme la selección española en ambas categorías, pero tengo que reconocer que un grupo de aficionados del Real Jaén crearon en mi ese gusanillo por seguir la etapa final del club hasta su ascenso, incluso pude vivir en directo esa emoción y esa afición volcada con unos jugadores que nos hicieron soñar y nos llevaron al regresó a Segunda RFEF tras ocho años en el olvido. Las gradas de La Victoria vibraron, la ciudad se volcó y todo parecía prometer un nuevo comienzo. Pero apenas 48 horas después del ascenso, la cruda realidad golpeó con dureza: Fernando, héroe del play-off, fue el primero en marcharse. Y solo unos días más tarde, el club confirmó ocho bajas más, en un gesto de ser ya “innecesarios” para el Club. La afición, que días antes coreaba el himno con lágrimas y orgullo, ahora observa con desconcierto cómo se desmonta el vestuario que devolvió la ilusión, y siente que se ha echado como a perros a la calle a quienes dieron todo por el Club. No conozco la política del Real Jaén pero desde luego me parece un desprecio sin nombre lo que han hecho con estos jugadores que lo dieron todo por el ascenso, espero que no vuelva a ocurrir que creyendo necesitar mejor plantilla vuelva a caer en el infierno de Tercera.