Dos ilustres jaeneros

    13 ago 2021 / 16:15 H.
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    Es una gozada que no tiene precio ver, por enésima vez, más lo que te rondaré morena si es que la vida me acompaña nuestra guapa Catedral. Serás guapa que hasta le hice un poema amoroso: la Catedral de Jaén tiene cuando yo la miro, rayitos de Sol y Luna y encajes en su vestido. El reloj de sol sigue marcando el tiempo de este Jaén que se resiste a ser longevo porque su eterna juventud se puede tocar con la yemas de los dedos. José Chamorro Lozano lo hizo famoso porque encabezaba su columna diaria en este diario, del que fue su director. El hotel Rosario entonces emblema del Jaén hostelero, ya ha pasado a peor vida, al sustituirse por un bloque de pisos en calle portillo que no ha cambiado de fisonomía, porque está igual que hace más de ochenta años que la conocí. En esta calle, tan antigua como el véspero que inicia la noche, nació nada más y nada menos que el gran poeta del “dos” de mayo Bernardo López que murió con poco más de treinta, un poeta que fue admirado y homenajeado por Madrid con su correspondiente lápida de bronce. Otro ilustre jaenero dio comenzó en esta calle: Manuel Ángeles Ortiz un gran pintor que fue amigo de Manuel de Falla y Federico García Lorca. Continuo mi paseo por este Jaén al que admiro y quiero más que a las niñas de mis ojos.

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