Dos ciudades

Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos”, así empieza la novela de Dickens “Historia de dos ciudades”. Sí, tenemos dos ciudades unidas y desunidas, atadas por lazos visibles e invisibles, compañeras cual estrella binaria en danza inevitable, una con la otra. Baeza y Úbeda, Úbeda y Baeza entre estos tiempos mejores y peores que a las dos afectan y conciernen. Unión desigual pergeñada con argumentos sibilinos que sirvió para que ambas fuesen descubiertas, puestas en el foco del telescopio histórico-artístico, ciudades, las dos en coyunda, pertenecientes al patrimonio mundial reconocido y catalogado. Trabajo laborioso, como todo descubrimiento, para llegar a la proclamación del año 2003. Y luego el baile en el que la pareja se acerca o se aleja según deseos o imperativos internos y externos. Unos mejores, otros peores. Celos y recelos nunca eliminados ni superados, en todo caso dejados a un lado del rincón de pensar, para seguir viviendo y conviviendo. Juntas. Paquete turístico en un dos por uno inevitable, aquí lo nuestro allí lo suyo; no dejen de pasarse.