Dónde está autobuses Castillo

Dice el refrán “Otros vendrán, que bueno me harán”, y qué gran verdad es. Los jiennenses creímos que dejando a Autobuses Castillo fuera del servicio municipal de transporte urbano, sería una panacea. Que mejoraríamos en infraestructuras, servicio, calidad y atención. Pero nada más lejos de la verdad. Aquel cambio notorio que nos vendieron para justificar el cambio de empresa y el pago que hubo que afrontar el Consistorio, a la anterior adjudicataria, para evitar nuevos enfrentamientos judiciales, se ha ido diluyendo con el paso del tiempo, como un azucarillo, sin que nadie mueva un dedo para reivindicarlo. Nada nuevo bajo el sol, vaya. Quince meses ya, desde que nos prometieron aquel importante cambio, en este medio de transporte, y sin embargo, hasta la fecha, ha quedado reducido a la modificación del color de la pintura de los autobuses. Pero nada más. Los paneles informativos en todas las paradas. La renovación de las marquesinas. Una app veraz y eficaz. Atención telefónica personal. Y, cumplimiento de los horarios, son solo algunas de las cuestiones más básicas que tienen que funcionar en todo servicio de transporte urbano. No entiendo cómo no es puntual el primer autobús de la mañana, que, supuestamente, vendría directamente desde su cochera y, sin embargo, parece no tener un horario fijo. Resulta frustrante esperar la llegada de algún autobús, sin saber si acaba de pasar o está a punto de llegar, planteándote, si irte andando o si vendrá justo cuando ya no te dé tiempo a volver a
la parada, porque los paneles informativos, aún no han sido instalados, pese a que hubo un compromiso para su colocación. Y, mejor no
intentes llamar por teléfono para alguna información puntual del
servicio en nuestra
ciudad, porque te atenderá una operadora nacional, que no tendrá ni idea de lo que ocurre en nuestro Jaén. No es la mejor propagada para incentivar a dejar de usar el vehículo propio. Sólo me cabe una pregunta: hasta cuándo va a consentir nuestro Ayuntamiento otro servicio incompetente.