Don Pío se jubila

Mañana Pío Aguirre cuelga la toga tras 44 años y 72 primaveras a la espalda, 37 en Arquitecto Berges. Jaén tiene suerte con sus jueces; Pío une al rigor y la competencia profesional una humanidad desbordante, accesible y sencilla. Entendió su carrera como servicio, no como “poder”, y se entregó: lo he visto bregar con “sus niños” en el incipiente y recién creado Juzgado de Menores con más sensibilidad que normas a aplicar, estaba creando “jurisprudencia”; llevar el Decanato, su Juzgado, otro más y prórroga de jurisdicción en Andújar por la tarde y atenderlos a todos; lo he visto poner sentencias, absolver triste y condenar con un nudo y leve sonrisa; conjugar Ley, experiencia y sentido común —¡ay aquél guarro andarín!— y siempre justicia. En el Decanato, la Audiencia y el CGPJ fue el gran valedor de Jaén y sus necesidades, insistiendo con tesón hasta conseguir lo que se propusiera. No se le subieron los vuelillos ni en el más alto mandato judicial; es siempre el mismo. Regresó a su Audiencia sin un ruido —casi no decía tacos— siempre en su sitio, discreto, el primero para trabajar y ayudar. Retirado, seguirá cada día saludando a los guardias y buscará su querencia en la umbría.