Discusiones vanas

A los españoles nos gusta discutir por discutir, es algo que no pasa inadvertido a nadie. La última, las fórmulas utilizadas en la toma de posesión de diputados y senadores. Vaya por delante que eso de jurar y/o prometer es algo, para mí, anacrónico total. Andan enfrascados, en esto las derechas son expertas alborotadoras, en si es legal o no, que si este ha prometido por el planeta, las Trece Rosas o mero imperativo legal. Y me pregunto ¿sea cual sea la fórmula empleada, nos garantiza que sus señorías de verdad van a cumplir lo que la Constitución dice? Déjense de pataletas, a la postre estériles, no sean niños. Solo escenifican rabietas para aparecer en informativos y en alguna que otra crónica. Pónganse sus señorías a trabajar, a sudar el sueldo recibido. Si promesa o juramento fuera garantía de algo, se me ocurre, a bote pronto, que no habría divorcio, o que los curas no abusarían jamás de los niños, incluso que algunos políticos no robarían, prevaricarían o malversarían. Lo dicho, al tajo, sin pamplinas ni zarandajas. La mejor fórmula, no defraudar a sus electores.