Dicotomía de esta pandemia

    15 jul 2020 / 13:19 H.
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    Esta época que se está viviendo, al igual que todas, corresponde a cuantas generaciones, cada una a su manera, la están compartiendo. Meramente es ampliación de la historia de la humanidad. Podrá parecer dura y brutal por todo a cuanto le está quitando la máscara, pero la covid-19, a la que millones de personas niegan, desde su minuto cero, desde su núcleo al desnudo de cuanto está haciendo que acontezca, trae implícito algo muy importante, un principal protagonista; el comienzo de un terremoto de potente intensidad baja que podrá suponer, si se abandona toda negación y se asume su cumplida aceptación: que es un toque de atención más sobre el cambio de la escala de valores que rige este mundo de opulencia y pobreza, de codicia y generosidad, de equidad e injusticia... Resituando en el centro, sin colores ni credos, que todos somos iguales. Y así que fue, desde lo reflexionado anteriormente, que llegué a pensar que este brutal encuentro colectivo con la muerte estaba escrito para aprender, para hacernos cambiar... pero pronto me di cuenta de que no hubo ni habría aprendizaje, que no hubo ni habría cambio. Nada aprendimos, más nada cambiamos. Pero sí nos domesticaron un poco más. (Con este párrafo comenzará esa novela contemporánea, postergada por un lustro para el acierto en sus conclusiones, que hasta puede ser que nunca escriba). La población mundial (solo el pueblo raso), posiblemente, vive la máxima incertidumbre del mundo moderno. El neoliberalismo, en la certidumbre plena, lo tiene claro, avanza y sigue su ritmo. La salud de la humanidad no le importa nada. Ante la gestión mundial de la covid los comportamientos del capitalismo sin rostro y las autoridades de los países del mundo, sin excepción, -los subalternos del capitalismo sin rostro- lo predican a diario. Podríamos catalogar de irresponsables a todos por el desprecio a la vida de las personas, o bien, directamente, catalogarlos de asesinos en serie. Esta frase anterior está motivada por la dicotomía de esta pandemia: Matemos a las personas, salvemos la economía. Esta pandemia, que ha venido para reafirmar que la economía es el cáncer más mortífero de la humanidad.

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