Días de sainetes y operetas

27 nov 2016 / 11:23 H.

Vivimos días convulsos, el ruido que generan las formas, oculta la esencia de las cosas. Debiera ser un arte la política; ocurre que algunos la están convirtiendo en otra cosa. Visto desde la calle tenemos exceso de personajes que viven de la política y pocos políticos de raza. Lo importante deberían ser las acciones de gobierno, las propuestas, las decisiones tendentes al bienestar de la ciudadanía. Pues no, ahora resulta que la política solo son gestos, fanfarrias y parafernalias, bastante mal interpretadas dicho sea de paso. Se enfrascan en un continuo postureo, valen más las fotos que los discursos, venden más los insultos y los improperios que las propuestas. Pareciese que lo importante son los problemas de tal o cual partido, lo feo que es el rival, que me ha dicho tal o cual cosa. Así, llenan minutos y líneas, puro entretenimiento para el Pueblo, total ausencia de soluciones a sus vidas. En estos tiempos tan de imagen, nos encontramos muchas caricaturas. Vivimos sesiones de opereta, política de mero entretenimiento. El Congreso parece la casa de Gran Hermano.