Diagrama de Gantt

Hace más de cuarenta años en la Escuela de Arquitectura Técnica de Granada, mi escuela, me enseñaron el Diagrama de Gantt, herramienta fundamental para la planificación y organización de las obras. Con él se definía el camino crítico para que la construcción cumpliera con el ritmo previsto y su control tanto técnico como económico. Sus desviaciones debidas a fallos, en los proveedores o medios auxiliares adecuados, tenían su remedio con una adecuada prevención. Una asignatura que claramente tienen pendiente nuestros políticos sobre todo si la planificación es para luchar contra el Coronavirus que nos azota, planificación para que la vacuna, necesaria para defender la vida, nuestra vida, sea administrada a cuantos más mejor y en el menor tiempo posible. Si ya está contratada, con las farmaceúticas, habrá que exigir el cumplimiento del contrato tanto en el precio como en los plazos, pero lo que es inadmisible es que no estén previstos los mejores medios auxiliares necesarios para su administración. ¿Cuántos “culillos” se han perdido en un mes? Perdón por la expresión, pero no es mía, inaceptable el lenguaje cuando se habla de vidas humanas. Solo una división elemental entre la cantidad de un viral y la necesaria en cada dosis, y sin son seis, no son cinco. Ahora no tenemos vacunas.