Detrás del nombre

    15 dic 2022 / 16:30 H.
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    Me llamo Belén y mi nombre significa “casa de pan” en hebreo y “casa de la carne” en árabe. En Navidad me gusta oír mi nombre, como lugar y como tiempo. Donde nació Jesús de Nazaret. Y también cuando nació el calendario. Es usado ante el caos ¡se armó el Belén! Y el villancico: “Campanas de Belén...” son campanas que oigo repicar todos los meses del año. Pero me gustan. Yo canto una respuesta, en modo de broma: “Hacia Belén va una burra, rin, rin...” Me sé un chiste: ¿Cómo se llaman los habitantes de Belén? Figuritas. Y lo más curioso es que se organizan Belenes vivientes y que en Portugal nadie se llama Belén, a pesar de la torre, los pasteles y los “belenenses” (el equipo de fútbol). No soy “Belenista”, dícese de los aficionados a quienes construyen el nacimiento o el misterio. En el trabajo una compañera ha puesto el Belén y me cuenta que cada año acostumbra, en los puestos navideños, a comprar una figura más y que un año compró un pastorcillo de jersey verde y que al volver a casa descubrió que era idéntico al del año anterior ¿Qué hiciste? Me contestó: poner gemelos. Ahí están los pastorcillos gemelos en el trabajo que ya nos desean ¡Feliz Navidad!

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